jueves, 16 de febrero de 2012

¿Modelar la excelencia?

En PNL, se tiene una presuposición que dice: "Si una persona puede hacer algo, cualquier otra puede aprender a hacerlo", eso implica que cualquier persona puede realizar y lograr el éxito de otra, sin embargo, la pregunta es: ¿cómo lograrlo?

Para ello, en PNL lo que se busca es reducir una conducta a sus unidades mínimas de comportamiento, denominadas "ISLAS", es lo que se realizó al inicio de la formulación de la PNL, cuando Richard Bander y John Grinder decidieron estudiar a los grandes terapeutas de sus épocas: Fritz Perls, Virginia Satir y Milton Erickson, para así lograr comprender cuáles eran sus "secretos" y por qué sus terapias eran tan efectivas.

Los "programas" que tenemos instaurados en nosotros, nos guían por un determinado camino, pero muchas veces ese camino, a pesar de ser "exitoso", puede conllevar dificultades emocionales a nuestra vida, por ejemplo: un padre, grita a su hijo o hija con la intención de motivarle, volviéndose este un hábito. Cuando el niño o niña sea adulto, probablemente habrá internalizado esta forma de motivación y aunque ya no sea el padre quien le grite, es probable que exista una "voz interior" que le "motiva" con un tono de voz fuerte y con palabras duras, de más está decir que el objetivo de motivarse se logrará, sin embargo, le traerá emociones negativas ante esta forma de hablarse a sí mismo.

Con la PNL se pueden cambiar estos mapas y comportamientos internos, "se actualiza el programa" y los resultados serán sorprendentes, en este caso sólo hemos expuesto un ejemplo de los infinitos casos que pueden verse con este metamodelo.

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