viernes, 30 de diciembre de 2011

Relaciones de pareja: el estilo antisocial


El estilo antisocial, se encuentra muy arraigado en nuestra sociedad, más aún en las relaciones afectivas, y no debemos presumir que sólo son parte de este estilo personas con un comportamiento delictivo frecuente; sino que dentro de este grupo, se encuentran esas personas que no respetan a los demás, que no saben querer y cosifican a los demás, dichas características, forman parte incluso de personas con alto nivel social y educación
.


Este comportamiento del estilo antisocial se basa en 3 esquemas que se encuentran enraizados en la personas:

  • "No me interesa tu dolor ni tu alegría": para el antisocial, no hay otro ser en el mundo que no sea él, por ende piensa que está solo y deberá enfrentar todo por sus propios medios; los demás no tienen importancia, en todo caso, podrían tenerla si poseen algo útil para ellos, sin embargo, son desechables. Cabe resaltar, que no hay que confundir esta forma de pensar con la del narcisista, pues hay que recordar que este último necesita de los demás y de sus alabanzas para ensanchar su "autoestima", sin embargo, el antisocial se vale por sí solo y no le interesa lo demás.

  • "Te mereces lo que tienes por débil": las personas con rasgos antisociales ven a su pareja como un ser inferior y débil, lo cual es natural, teniendo en cuenta que el estilo antisocial se basa en la supremacía y la supervivencia del más fuerte (igual que en la época prehistórica), por ende es normal que incluso en la relación busquen dominar.

  • "No tengo ninguna responsabilidad contigo": Cabe recalcar este punto, pues el individuo antisocial no asumirá ningún tipo de responsabilidad en la relación, no sólo afectiva, sino también laboral, económica o conyugales. No existirá un compromiso.
Tras leer estas características del estilo antisocial, es difícil imaginar cómo hay personas que deseen aún relacionarse con ellos(as), sin embargo, expondremos a continuación los motivos por los cuales existe este enganche:
  • Pensar que se es débil: hay personas que necesitan de una persona "fuerte y poderosa" que los defienda del mundo agobiante y amenazante. Imagínense a una persona que se siente débil, tener a un hombre o mujer poderoso(a), ya sea a nivel físico o a nivel intelectual o de negocios, lo importante es obtener un rayo de luz del poderoso sol que piensa que es. 

  • Su valentía me hace admirarlo(a): hay personas que admiran a su pareja antisocial por ese desprecio hacia el miedo que tienen, sin embargo, hay que considerar que la "valentía" del antisocial roza o mejor aún supera la temeridad, pues no razonan ante el peligro, ni siquiera lo consideran como una ligera amenaza.

  • Adicción al peligro: hay personas que sienten que viven una vida monótona y necesitan de emociones fuertes, de "sentirse vivos", justamente ellas son candidatas perfectas para enganchar con una persona con estilo antisocial. Muchas veces, llegan a delinquir ya sea de forma brutal o de manera más elegante (en los negocios por ejemplo).
Cabe resaltar lo difícil que es poder relacionarse con una persona con dicho estilo, el compromiso como pilar básico en el amor se ve afectado al 100%. Además, la cosificación de la pareja y la incapacidad para sentir emociones, hacen que el amor sea imposible de establecerse con estas personas. Es posible que siendo la pareja de un estilo antisocial te sientas enamorado(a) y creas experimentar amor, sin embargo, por las características que poseen, el estilo antisocial no sabrá corresponderte.

martes, 27 de diciembre de 2011

Acoso Escolar (Bullying)

La violencia escolar marca un gran acontecimiento en nuestra sociedad, constantemente lo vemos a través de los medios de comunicación de como una simple burla o broma entre los compañeros, ha obtener tan graves consecuencia. Dentro de esta hay un tipo de violencia mu preocupante en nuestros días: el acoso o también llamado el Bullying; cuando hablamos de la violencia escolar, nos referimos a cualquier tipo de violencia que se da en los contextos sociales, puede ir dirigida hacia alumnos, profesores o propiedades; el termino Bullying hace referencia  a un comportamiento repetitivo de hostigamiento e intimidación que llevan al aislamiento y la exclusión social de la victima.
Cuando hablamos de Bullying se tienen que cumplir por lo menos tres de los siguientes criterios:
  • Sentimientos de intimidación
  • Sentimientos de exclusión
  • Ideas de que el agresor es mas fuerte que él
  • Incremento gradual de la intensidad de la agresión.
  • Suelen ocurrir en privado

Las victima suelen quedarse en silencio,  haciéndonos preguntar: Por qué?, que le impide hacer algo al respecto?, quien debe hacer algo para que todo esto pare?

Las escuelas, ya sean privadas o públicas son los principales lugares donde se observa este acontecimiento tanto en alumnos como profesores. No obstante son principalmente los niños que sufren de este impacto  en el escenario escolar por actos de violencia o Bullying diariamente. Cuando los profesores o los adultos ven como se esta dando la burla o molestia a otros alumnos, lo suelen  ver como algo normal entre los niños y adolecentes, hasta que alguien sale realmente herido, las acciones de los que realizan el Bullying son vistos como falta de madurez, problemas psicológicos o de conducta, pero lo que ellos no pueden ver que a raíz que el tiempo pase y no se controle esas conductas en lo chicos se convertirán una amenaza social para la gente que lo rodea y para si mismo.
Los agresores o perpetradores son personas o grupos de personas que utilizan estrategias de control social para todo en su vida. Los abusadores son físicamente mas fuertes que sus dominantes, así mismo no suelen seguir reglas, teniendo una baja  tolerancia a la frustración y usualmente son desafiantes a la autoridad. Su actitud suele ser positiva hacia la violencia y esperan crear conflicto, incluso donde no los hay por el mismo hecho de sentir gratificación; no suelen empatizar con el dolor de la victima ni arrepentirse de su actos, algunos lo hace por búsqueda de poder y mientras que otros lo realizan como reacción de haber sido abusados anteriormente por otros niños y lo hacen como venganza o forma de ganar sentido de poder.

Tomado del libro de Allan Beane: “Bully free classroom”, un abusador puede tener el siguiente perfil:
  • Sentirse con poder y control de los demás.
  •  Buscar Dominar y manipular compañeros.
  • Es muy popular y envidiado por sus compañeros.
  • Podría ser físicamente más grande y fuerte que los demás compañeros.
  • Es impulsivo, le gusta ganar en todo.
  •  Podrá sentir gratificación  al infligir dolor, miedo, siente incomodidad de otros.
  •  Podría sobrepasar la línea de respeto
  • Logra ser respetado con miedo
Aquellas personas a las que se les llamara “victimas”, pueden ser personas activas o agresivas que en cualquiera de los dos casos aprenden ha aceptar el rol de victimas y a desconfiar de los demás. Suelen ser vistos como los “rechazados” o “lornas” del salón. Además estos tienen características físicas como niños bajitos, delgados, débiles, con baja competencia social e inestabilidad emocional. Existen muchas víctimas con alguna discapacidad o rasgo físico distinto, lo que los hace tener mayor riesgo.

Alguien que sufre del Bullying en al escuela se siente desorientado, solo, hay una disminución de sus notas, siempre esta triste, evita ir a la escuela, pueden generar una depresión y  en algunos casos, optar por quitarse la vida.

Conductas de las victimas en las escuelas:
  • Repentinos cambios en la asistencia y logro académico
  •  Perdida total de interés por la escuela.
  • Dificultad para mantenerse concentrados en el salón de clase.
  • Carecen de interés en las actividades escolares.
  • Prefieren evitar los recreos
  • Se dan problema de aprendizaje o diferencias con el grupo
  • Prefieren estar aislados
  • Evitan defenderse cuando los agreden
Socialmente los niños que sufren de Bullying se comportan solitarios, reiterados, aislados, casi ningún tipo de interacción con los demás, prefieren estar solos, con pocos amigos, pasan desapercibidos por los demás niños. A nivel emocional, se dan los repentinos cambios de conducta y humor, pasividad timidez, son callados, temerosos, asustados.

Un elemento importante del bullying, que además es considerado un agente del mismo, es el espectador. Aquellos alumnos, niños y niñas o grupos de personas que son observadores de la agresión, más no participes directos de ella, juega un rol integral en la intervención. De esta manera, padres de familia, alumnos y profesores que juegan un rol pasivo, están a la misma vez tomando un rol activo en el desarrollo de los actos agresivos escolares.El espectador tiene una función crucial dentro del hostigamiento pues su intervención es la manera más poderosa de parar los actos agresivos. Así, como lo dice el estudio realizado en los colegios nacionales de primaria en Ayacucho, Cusco, Junín y Lima Este, “A un similar porcentaje (34%) de compañeros no les interesa defender o protestar por el maltrato que están observando.”

Estudios realizados en España señalan que, de 800 alumnos entrevistados, el 75% había sido testigo de agresiones en su centro educativo. De esta manera, existe el conocido fenómeno del efecto del espectador. Este explica que los espectadores al sentir una falta de responsabilidad individual para ayudar a la víctima, deciden no hacer nada. Y aún si quisieran hacer algo, ellos dicen no tener las herramientas, ni saben cómo ayudar a la víctima. Se recomienda a las escuelas, maestros y a los padres de familia sensibilizar a estas personas “para que cuestionen al victimario y le resten poder frente al resto de alumnos.”

Se cree que la importancia de tratar el tema del problema del bullying en el campo escolar radica en los efectos que este trae, tanto en las víctimas como en los agresores. Muchos niños víctimas llegan a ser diagnosticados, erróneamente, de alguna patología.
Estudios comprueban la existencia de efectos de corto plazo y de largo plazo en ambos casos. Como efectos a corto plazo en la víctima, podemos encontrar, los anteriormente mencionados, riesgos de baja autoestima, posible ánimo depresivo, síntomas físicos como dolores de estómago y cabeza, dificultades para la concentración y desordenes alimenticios y de sueño. En el caso del agresor, solo se pueden encontrar efectos a Largo Plazo tales como; riesgo de jalar el año escolar, posibles conductas criminalista, antisociales, delincuenciales e ideas suicidas y depresión.

En estos casos, un elemento primordial es el enseñar a convivir evitando conflictos y favoreciendo el ejercicio de la disciplina. Para conseguir estos logros es necesaria una relación familia-escuela adecuada, herramienta clave para solucionar los problemas que se observan cotidianamente en las escuelas. La necesidad de crear programas de prevención e intervención del bullying es algo fundamental que todas las escuelas deberían implementa, tanto de detección, prevención y eliminación de este.
 Para realizar todo esto, es importante intervenir a nivel de colegio, a nivel de clase, a nivel individual y además trabajar conjuntamente con los padres. En cada caso, hay diferentes estrategias que todos los involucrados deben de implementar pues estas situaciones se agravan por la falta de solidaridad de aquellos alumnos que comparten las escenas como espectadores, por la indolencia de maestros, el silencio de las víctimas y la desatención de los padres cuando conocen el problema. Así, el trabajo con los profesores, espectadores, y padres de familia, va empoderar a la víctima a que aprenda a defenderse del agresor.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Mobbing: el acoso laboral


El Mobbing es un concepto introducido por el etólogo Konrand Lorenz que intenta explicar las reacciones de un grupo de animales de una misma especie ante la presencia real o percibida de un depredador que potencialmente pone en peligro su existencia o tranquilidad. Actualmente este término hace referencia al acoso laboral  que se manifiesta a través de maltratos  psicológicos (insultos, burlas, bromas pesadas, etc.) y hasta físicos que recibe un trabajador considerado como bueno o excelente de parte de algunos de sus compañeros, quienes con ese accionar buscan, en primer lugar, desetabilizarlo  emocionalmente, disminuir su rendimiento y, finalmente, que pida su cambio de área o renuncie a la institución.  Esto se sucede debido a que los acosadores buscan vengarse a causa de la actitud déspota y soberbia que supuestamente el acosado tiene con ellos,  porque sienten envidia de no ser tan “buenos” trabajadores como él o porque, al igual que en los estudios de Lorenz, los acosadores (que vendrían a ser como aquel grupo de individuos de una misma especie) se sienten amenazados por la alta competitividad del acosado (el “depredador” que los pone en riesgo de perder su trabajo).

Debemos tener en cuenta que el mobbing no es una suerte de rechazo social, pues no hay únicamente exclusión o no aceptación de una persona en un grupo, sino principalmente “persecución” hacia el acosado, es decir, el acosador buscar intencional y reiterativamente hacerle daño hasta “deshacerse” de él.
De otro lado, este tipo de acoso no necesariamente va de arriba hacia abajo, es decir, del jefe a algún subalterno, ni de igual  a igual, sino también (y no es poco frecuente) de subalterno a jefe. Así tenemos:
  1. Por parte de las mismas empresas o instituciones; las cuales utilizan esta táctica como estrategia para  librarse o hacer renunciar a aquellos empleados que por ir en contra de sus políticas los consideran “estorbos” o a aquellos que por gozar de estabilidad laboral piensan que no se les puede llamar la atención en nada o casi nada.
  2. Por parte de los compañeros; quienes principalmente por envidia llegan a acosar a aquel trabajador que consideran una amenaza para sus puestos de trabajo o simplemente “molestos”.
  3. Por parte de un subalterno (a un superior); que puede llegar a hacerlo por envidia o venganza, ya que, según ellos, los trataron injustamente al llamarles la atención, por ejemplo, cuando llegaron tarde.

En cuanto a las consecuencias que el mobbing entraña encontramos dos principales; las relativas a la víctima y las relativas a la empresa o institución.
  1. Relativas  a la víctima : Tenemos tres niveles que a continuación describimos:
    • A nivel psicológico: Se manifiesta a través de la ansiedad, sentimiento de amenaza, sentimientos de fracaso y abandono, impotencia, baja autoestima y miedo acentuado y continuo que en un primer momento se limita sólo a las situaciones laborales donde sucede el acoso y luego se extiende a otras situaciones incluso ajenas al trabajo. Cabe resaltar que es muy frecuente que las personas víctimas del mobbing busquen como métodos de escape las drogas y el alcohol o desarrollen algún tipo de patologías psicológicas como episodios depresivos e intenten suicidarse. En cuanto a lo intelectual, estas personas pueden llegar a tener problemas para concentrarse y fijar la atención, así como problemas para evocar cosas debido a la constante e intensa preocupación  respecto al acoso que recibe.
    • A nivel físico: Manifestaciones somáticas como dolores de cabeza, nausesas, mareos, gastritis tensión muscular, entre otros. No es poco frecuente que los algunos pacientes presenten trastornos psocosomáticos producto de exposiciones tan prolongadas y constantes a la situación estresante.
    • A nivel social: Las personas pueden empezarse a asilarse, reducir sus interacciones sociales y a ser muy susceptibles y suspicaces a todo tipo de críticas, así como a mostrar conductas de agresión y hostilidad. 
  2. Relativas a la empresa: El mobbing genera otros tipos de situaciones conflictivas que afectan ya no sólo a los protagonistas del mobbing (acosador y acosado), sino también a los demás compañeros, quienes se convierten en autores y/o victimas pasivas del acoso. La principal de estas situaciones conflictivas a las que nos referimos es:   
    • El mal clima laboral,  del cual se desprenden subconsecuencias como:
      • El debilitamiento de la cohesión o sinergia del equipo de trabajo
      • Desmotivación
      • Incumplimiento de metas y objetivos
      • Disminución de la cantidad  y calidad de trabajo
      • Ausentismo}
      • Abandono del puesto de trabajo o abandono del trabajo

Finalmente, cabe indicar que para hablar de Mobbing, todo lo anteriormente mencionado debe mantenerse por lo menos seis meses consecutivos y debe presentarse de manera recurrente, al menos una o dos veces a la semana.   

viernes, 16 de diciembre de 2011

Tratamiento cognitivo-conductual del Trastorno bipolar


El trastorno bipolar es una alteración del estado de ánimo caracterizado por la alternancia en episodios aislados o en uno solo (en el caso de un mixto) de los dos polos del estado de ánimo: manía y depresión. De ahí la razón de su nombre.

El DSM-IV lo define como un trastorno mental grave, recurrente e incapacitarte. Distingue entre Trastorno bipolar I (al menos un episodio maniaco o mixto y que normalmente presentan episodios de depresión mayor) y Trastorno bipolar II (episodios recurrentes de depresión mayor y de hipomanía). Por su parte, el CIE 10 propone que es un “trastorno caracterizado por la presencia de episodios reiterados (es decir, al menos dos) en los que el estado de ánimo y los niveles de actividad del enfermo están profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en una exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad (manía o hipomanía) y en otras, en una disminución del estado de ánimo y un descenso de la vitalidad y de la actividad (depresión). Lo característico es que se produzca una recuperación completa entre los episodios aislados”. Además, a diferencia del DSM IV, el CIE 10 no distingue entre Trastorno bipolar I o II, sólo asigna de manera general el rótulo de trastorno bipolar a aquellos pacientes que tengan en su historial un episodio maniaco, hiponiaco, depresivo o mixto y al menos uno más de éstos. Sin embargo, cabe resaltar que el CIE 10 sí atribuye el rótulo de Otros trastornos bipolares a aquellos pacientes que tengan episodios repetidos únicamente de manía. 

A continuación revisaremos brevemente la propuesta de Vicente E. Caballo (1996) para abordar el Trastorno Bipolar desde la perspectiva cognitivo-conductual. En tal sentido, el tratamiento de este trastorno persigue 05 objetivos principales:
  1. Educar al paciente, a sus familiares y demás miembros de su entorno cercano acerca del trastorno
  2. Entrenar al paciente en la detección de los síntomas
  3. Lograr la adherencia al tratamiento, en especial el farmacológico
  4. Enseñar al paciente estrategias no farmacológicas para afrontar sus síntomas cognitivos 
  5. Entrenar al paciente en habilidades de afrontamiento de problemas psicológicos

Educación del paciente, su familia y miembros de su entorno
No basta lograr la adherencia al tratamiento, es indispensable la información del paciente y de los miembros de su entorno primario. Para ello se concientiza al paciente acerca de lo que es el trastorno bipolar, cómo se manifiesta, cuáles son los síntomas característicos de acuerdo al episodio, cuál es el curso de los síntomas, cuando hablamos de un episodio propiamente dicho y, una de las cosas que no podemos obviar, cuáles son las causas del trastorno. Precisamente, es a este último punto al que debemos dedicar especial atención y no dejar que queden dudas en el aire, pues se corre el riesgo que, al decirles que el trastorno bipolar es una enfermedad biomédica, algunos pacientes se vean a sí mismos como víctimas de un destino “cruel” que no pueden cambiar y otros se sientan más o menos tranquilos al creer que por tratarse de una condición biológica no deben cargar más con la responsabilidad de intentar controlar voluntariamente sus comportamientos, sentimientos o pensamientos inadecuados. Una u otra forma de reaccionar de los pacientes hace que éstos eviten implicarse activamente e incluso se rehúsen a recibir tratamiento, considerando que ellos son “así” y hagan lo que hagan todo seguirá igual.  Para contrarrestar cualquiera de estas dos formas inadecuadas de reaccionar del paciente, el terapeuta debe recalcar en todo momento que la condición biológica del trastorno no es sinónimo de desesperanza, frustración o abandono, pues hay estrategias tanto farmacológicas como psicológicas que de hecho pueden ayudarle no sólo a combatir sus síntomas sino también a evitar que éstos vuelvan a presentarse o, al menos, a alargar en la medida posible el tiempo de remisión entre episodio y episodio, de tal manera que pueda realizar sus actividades con normalidad.  

Detección de los síntomas
Debido a que son muy comunes los rebrotes de síntomas tanto de manía como de depresión e incluso muchas veces esos “inofensivos” síntomas aislados pueden evolucionar hacia cuadros propiamente maniacos o depresivos, es necesario que el paciente sea entrenado en la detección de estos síntomas justamente con el objetivo de prevenir recaídas. En este sentido, existen tres niveles de detección de síntomas:

Línea de tiempo del trastorno bipolar del paciente: Se grafica una línea horizontal que representa el tiempo y a la vez el estado de ánimo normal de paciente, de tal manera que todo aquello que se encuentra por encima de esta línea representa cada uno de los episodios maniacos y lo que se encuentra por debajo de la misma los episodios depresivos. Esta línea de tiempo debe mostrar el trastorno desde su aparición (fecha aproximada) hasta el momento actual, indicando cuánto duró cada episodio y remisión. Asimismo, conviene señalar aquellos acontecimientos importantes de la vida relacionados con la aparición de cada episodio (p. ej., muerte de un ser querido, problemas financieros, divorcio, etc.) y con el término del mismo (p. ej., mayor  soporte familiar, etc), así como las demás eventualidades relativas al trastorno (p, ej., hospitalizaciones, atenciones en emergencias, citas ambulatorias,  inicio y término de terapias farmacológicas y psicológicas, etc). Con esto el paciente se daría cuenta que aunque de origen  biológico, su enfermedad no lo condena a un destino predeterminado  del cual le es imposible escapar, sino por el contrario  ésta responde a muchos otros factores como una adecuada o inadecuada adherencia al tratamiento, recursos o limitaciones personales de afrontamiento a situaciones de vulnerabilidad, entre muchos otros.

Hoja de resumen de los síntomas: Una vez realizada la línea de tiempo del curso del trastorno, se procede a la elaboración de un listado de síntomas conductuales, cognitivos, emocionales y fisiológicos propios del paciente divididos en dos columnas (una para los de la manía y otra para los de la depresión). En una tercera columna se colocan todas aquellas manifestaciones de la persona cuando  no está en un estado maniaco o depresivo, es decir, cuando está en un estado normal. Esto sirve en primer lugar, como dice Caballo, para que la persona se sensibilice a sus propios cambios de  estado de ánimo, pues dos personas deprimidas o maniacas no actúan, piensan o sienten de la misma forma ni sus síntomas (aunque similares) son de la misma intensidad o alteran el funcionamiento las mismas áreas. Además, le permite discriminar con mayor facilidad entre un estado normal y otro patológico, pudiendo tomar medidas oportunas si es que identifica síntomas de un posible episodio.  

Representación gráfica del estado de ánimo: Consiste en una evaluación diaria del estado de ánimo a través de una escala que va del +5 (manía) al -5 (depresión), pasando por 0  (cero)  que significaría el punto medio o eutimia. Obviamente, conforme el puntaje se acerque más a +5 estaría indicando un episodio maniaco y si se acerca más a -5 un episodio depresivo. Del +1 al -1 es un estado normal, en el que las fluctuaciones son permitidas considerando la labilidad emocional que una persona  con t. bipolar presenta aun no teniendo un episodio de manía o depresión. El puntaje +2 y -2 (es decir, tanto en dirección a la manía como a la depresión, respectivamente) significan estar vigilantes, prestar atención a cada uno de los síntomas que se están dejando sentir. El +3 y -3 quieren decir que es el momento de intervenir (probablemente a través de la medicación o poniendo en práctica alguna técnica psicológica). Finalmente, el +4 y -4, así como el +5 y -5 indican que inmediatamente se debe acudir al médico para evitar que los síntomas evolucionen a un episodio propiamente dicho.

Lograr la adherencia al tratamiento
Se busca lograr la adherencia al tratamiento tanto farmacológico como psicológico durante el tiempo total que éste dure, aumentando la probabilidad de que se sigan las indicaciones tal y como se han prescrito, así como identificando y eliminando aquellos factores que impiden una adecuada adherencia.
Para ello se brinda, en primer lugar, información clara acerca de los beneficios de una toma adecuada de los medicamentos y las desventajas de hacerlo sólo regularmente o de no hacerlo nunca. Luego se procede a estructurar un contrato conductual, el cual se divide en tres partes: el plan de tratamiento, obstáculos de la adherencia y plan para reducir los obstáculos de la adherencia.

En el plan de tratamiento se establecen de manera escrita los objetivos que el paciente se compromete a cumplir y que no son más que las indicaciones del médico y del terapeuta, pero cuyo cumplimiento es necesario para lograr la eficacia de la intervención. Estos objetivos involucran; la dosis exacta de cada medicamento, la hora exacta en la que tiene que tomar cada medicamento, las citas programadas con el médico o el terapeuta y las tareas para la casa (p. ej., leer sobre el trastorno bipolar, realizar el registro de pensamientos, comprar más pastillas antes que se terminen las anteriores, etc. ). De esta forma se obtendrán no uno ni dos sino varios objetivos, que deben escribirse de manera clara y específica para evitar confusiones o justificaciones futuras de no haberlos cumplido. De otro lado, cabe recalcar que a diferencia de otros contratos conductuales, en éste no se administran refuerzos o autorefuerzos externos, pues se busca que la recompensa sea intrínseca, es decir, la misma satisfacción de saber que se está superando la enfermedad gracias al propio esfuerzo y responsabilidad que cada uno ha asumido en relación a su propia mejoría luego de comprender por qué y para quién se debe lograr esa adherencia.

La otra sección de esta parte del tratamiento es la realización de un listado de obstáculos de la adherencia. Con ayuda del terapeuta el paciente identifica todos aquellos factores (internos o externos) que potencialmente pueden impedir una adecuada adherencia al tratamiento y que van desde no tener dinero para comprar los medicamentos o pagar las consultas hasta no querer tomar las pastillas por temor a engordar.

La última sección de esta parte del tratamiento consiste en elaborar un plan para reducir los obstáculos de la adherencia, para lo cual, también con ayuda del terapeuta, se buscan las soluciones más plausibles para evitar o superar dichos obstáculos. Así, si la persona tiene temor a engordar puede solicitar a su médico una dieta especial o limitar la ingesta de alimentos grasos en cada comida, o si no tiene dinero para conseguir las medicinas podría ver la posibilidad de pedirle a su médico que le cambie de medicamentos por otros más accesibles o pedir un préstamo a un familiar.

Entrenamiento en estrategias no farmacológicas para afrontar los síntomas cognitivos y conductuales
Los síntomas cognitivos pueden combatirse a través de las técnicas cognitivas tradicionales, en especial con la Reestructuración cognitiva. En el caso de los síntomas depresivos se identifican situaciones en las que la persona experimenta emociones desagradables e intensas, aunque hay que tener en cuenta que debido  a que muchos de los episodios del t. bipolar tienen desencadenantes biológicos  no siempre se encontrarán esas situaciones.  De cualquier modo, será recomendable que el paciente describa el tipo de emociones que está sintiendo y posteriormente identifique cuáles son aquellos pensamientos automáticos asociados a dichas emociones, de tal manera que se escoja el pensamiento automático que está asociado con el cambio emocional más intenso y sea sometido a un análisis lógico a través del cual se busquen evidencias y pruebas que sustenten dicho pensamiento. De no encontrar las pruebas suficientes se modifican los pensamientos y si hubieran algunas evidencias o elevadas probabilidades que esos pensamientos sean ciertos se puede utilizar la técnica de solución de problemas o toma de decisiones. Debido a que en los estados maniacos e hipomaniacos los pacientes deciden realizar cambios extremos y cree que todos sus proyectos tienen la garantía del éxito pese a lo arriesgado e inapropiado que éstos les parezcan a los demás, es necesario discutir la validez y racionalidad de dichas creencias, analizando las ventajas y desventajas, así como que tan oportuno es poner en marcha en ese momento el nuevo plan.  

Los síntomas conductuales tanto en los pacientes deprimidos como en los maniacos pueden ser abordados a través de la planificación y la puesta en marcha de una serie limitada de actividades. Debido a que un paciente depresivo se encuentra tan abrumado y desmotivado para realizar cada una de sus obligaciones,  se le propone realizar sólo algunas de ellas que irán de acuerdo a su nivel de energía, pues la idea no es cargarlo de trabajos tediosos ni numerosos sino combatir poco a poco su inercia e inactividad. En cuanto a un maniaco o hipomaniaco es recomendable también un número limitado de actividades, pues de lo contrario se produciría un aumento de su actividad mental y, por ende, una agudización el episodio. Como refiere Caballo, lo ideal en el caso de este tipo de pacientes es proporcionarles actividades que les sean satisfactorias, que concentren su energía sin llegar a una sobreestimulación mental y que aprendan a terminar una tarea  antes de empezar otra.

Entrenamiento en habilidades de afrontamiento de problemas psicológicos
Las técnicas más usadas son la de Solución de problemas, Toma de decisiones y el Entrenamiento en la comunicación asertiva. Se debe hacer especial hincapié en este último punto, ya que uno de los principales problemas que entraña este trastorno es la disfuncionabilidad en el área social por no expresar de manera apropiada las conductas, emociones y pensamientos. En tal sentido, se enseñará al paciente nuevas y mejores formas de actuación social que le permitan optimizar una adaptación y soporte emocional.  

Relaciones de pareja: el estilo obsesivo compulsivo


El estilo obsesivo compulsivo, es muy perfeccionista, cuida el más mínimo detalle y tiene en mente que siempre las cosas pudieron ser mejor, que definitivamente no se dio ni se hizo el 100%. Imaginen, esas características, volcadas a una relación de pareja, donde el estilo obsesivo compulsivo se muestra exigente y esperando siempre un nivel superior al que la pareja brinda, por ejemplo, el cubierto está 2cm más a la derecha de lo que debía estar, ese vestido te queda bien pero definitivamente pudo quedarte mejor.


El control es lo que más necesita tener una persona con un estilo obsesivo compulsivo, es decir que buscarán controlar cada parte y acción en la relación, todo debe estar ejecutado según lo planeado, absolutamente nada debe salir de lo acordado. Es decir, la espontaneidad y la libertad se ven reducidas a su mínima expresión en una relación con un estilo obsesivo compulsivo.


El estilo obsesivo compulsivo se desarrolla al rededor de 3 esquemas irracionales:


  • "Te equivocas demasiado": es una creencia que busca criticar e inculpar a la otra persona, en este caso la pareja. Para el obsesivo compulsivo o su pareja debe ser perfecto(a) o sino será inútil, incompetente e irresponsable. Algunas parejas escogen el camino de volverse un(a) "obsesivo(a) secundario(a)" y reforzar cada una de las críticas y manías de la pareja, sin embargo, poniendo en riesgo su propia autoestima, volviéndose cada día más inseguros.


  • "De ahora en adelante, yo tomaré las riendas": el estilo obsesivo compulsivo asumirá el control total de la relación, relegando a la pareja a un segundo plano, pues piensa que es incompetente y que nadie hará nada mejor que él.

  • "Debo mantener mis emociones bajo control": dicho estilo piensa que debe mantener controladas sus emociones en todo momento, que si las deja fluir, perderá el control y encontrará problemas, por ello desarrolla una rigidez afectiva y emocional, llegando a tener dificultades en el área sexual y a la culminación en el orgasmo


Las personas que enganchan con este estilo, también lo hacen porque actúan según determinadas creencias:

  • "Necesito a alguien eficiente a mi lado": si una persona se siente incompetente e insegura de sí misma, es casi natural, que busquen a personas perfeccionistas y eficaces, alguien que les resuelva sus problemas, UN SALVADOR(A). Sin embargo, dicho encanto durará poco, debido a que el estilo obsesivo compulsivo se convertirá luego en juez y fiscalizador de la conducta de su pareja, llegando a hacerla sentir aún más incompetente de como se sentía inicialmente.

  • "Necesito a alguien que me lleve por el buen camino": en ocasiones, hay personas que han tenido periodos de su vida donde han llevado una vida descontrolada y descarriada, perdiendo su autocontrol; por ello piensan que la mejor manera de redimirse y de cambiar es uniéndose a una pareja con normas y reglas precisas y establecidas.

  • "Necesito una pareja muy responsable y confiable": entre las características positivas del estilo obsesivo compulsivo, se encuentran la fidelidad, el compromiso y la responsabilidad; las cuales son muy atractivas ante personas que buscan un compromiso afectivo o que han sido victimas en el pasado de fracasos en sus relaciones.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Historia de Sara



"Cuando Sara estaba en Primer Grado, la maestra comenzó a  enseñarle a leer. Los padres de Sara estaban realmente sorprendidos cuando ella tuvo dificultades. Como Sara era lista y ávida, ellos pensaban que aprender a leer le sería fácil, pero no lo fue. Ella no podía conectar las letras con sonidos y combinar letras para formar palabras. Los problemas de Sara continuaron hasta Segundo Grado. Aun no podía leer y tenía dificultades para escribir. La escuela le pidió a la mamá de Sara permiso para llevar a cabo un evaluación para averiguar las causas de sus problemas. La mamá d Sara dio su consentimiento para la evaluación y se enteraron que Sara tiene una discapacidad especifica del aprendizaje. Inmediatamente empezó a recibir ayuda especial en la escuela. Sara aun recibe esa ayuda especial. Ella trabaja todos los días con un especialista en lectura y con un maestro particular. En la actualidad ella está en Cuarto Grado, ha progresado mucho, trabajando duro para ponerse al día con sus lecturas y la ortografía."


Las dificultades en el aprendizaje constituyen un severo y contante problema para muchos padres y educadores, cuyos niños no han logrado un rendimiento escolar acorde  su edad y grado cursante que obstaculizan los propios esfuerzos del niño por aprender.
Actualmente se usa el término “dificultades del aprendizaje” de manera equivoca y se etiqueta a muchos niños cuya demora en aprender puede prevenir de factores escolares o familiares, así mismo, suele confundirse muchas características de otras alteraciones del desarrollo infantil, tales como retardo metal, trastornos del lenguaje y las alteraciones emocionales propiamente dichas.

Cuando definimos un trastorno del aprendizaje, nos referimos a la discapacidad específica para el aprendizaje, que indica un trastorno de uno o más de los proceso psicológicos básicos que interviene en la comprensión o uso del lenguaje hablado o escrito, y que puede manifestarse por una capacidad imperfecta para escuchar, pensar, hablar, leer, escribir, para la ortografía o los cálculos numéricos; no incluye a los niños con problemas que derivan principalmente en discapacidades visuales, auditivas o motoras, con retardo mental o de desventajas mentales, culturales y económicas.

Es importante tener presente, que las dificultades en el aprendizaje son inseparables del contexto escolar, aunque en muchos casos el origen lo tengan en alteraciones del desarrollo neuropsicológicos que sobrepasan el ámbito de la escuela, un elemento necesario para considerar es la interacción que se produce entre ambas variables. Estos problemas no ocurren por sí solos, sino, aparecen dentro de un contexto social bastante preciso como en el caso de las escuelas, que se ven influenciadas por metodologías desfavorables, inadecuadas estrategias de aprendizaje utilizadas por los mismos profesores, etc.

Cuando hablamos de Trastornos generales de aprendizaje, hablan de que estos pueden manifestarse de diferentes maneras y afectan el rendimiento global del niño, más bien en un retardo general de todo el proceso de aprendizaje. Los problemas de aprendizaje son globales por que el retardo en el proceso de aprender no se manifiesta solamente en algunas materias, también se manifiesta en lentitud y desinterés por el aprendizaje y a veces pueden aparecer como retardo leve; otra característica es la deficiencia en la atención a los estímulos escolares y dificultades para concentrase en la realización de determinadas tares o lecciones.
La presencia de problemas generales de aprendizaje depende en alto grado de las características de la escuela, los objetivos del curso y las exigencias que se piden rendir en cierto grado, esta exigencia puede provocar problemas de aprendizaje a niños carentes de estimulación cultural o de maduración, sin que por ello tengan una deficiencia específica para aprender.
Los Trastornos específicos del aprendizaje, se pueden determinar a aquellos niños que presentan dificultades para seguir el ritmo escolar normal, sin presentar ningún tipo de alteración cognitiva, emocional o sensorial; además,  se caracteriza por ser errores o dificultades delimitadas a ciertas áreas del aprendizaje, que se manifiestan reiteradamente, y que no se solucionan con los métodos de enseñanza corrientes.
Los trastornos específicos están asociados y dependen de alteraciones en el desarrollo de la maduración neuropsicológica del niño y pueden manifestarse en los diferentes niveles de aprendizaje, como insuficiencias en los procesos de recepción, comprensión, retención, expresión y creatividad del niño en el aprendizaje escolar, en relación a su edad mental y en ausencia de alteraciones sensoriales o motoras graves. Esta definición implica que el niño deficiente escolar aprende en cantidad y calidad inferior a la esperada para su capacidad o edad mental. No es lo mismo problemas para aprender que tener trastornos específicos del aprendizaje.

  • Aprenda más sobre los problemas del aprendizaje. Mientras más se sepa, más puede ayudarse a sí mismo y a su niño.
  • Reforzar a su niño cuando a él o ella le vaya bien. Averigüe cuales son las cosas que le gustan a su niño. Déle bastantes oportunidades a su niño para perseguir sus fortalezas y talentos, que se de cuenta no es puede ser bueno en muchas otras cosas, busque que se de cuenta que tiene muchas otras grandes capacidades.
  • Averigüe como su niño aprende mejor. Aprende por medio de experiencias prácticas, o por medio de mirar o escuchar, todas las personas tenemos técnicas especificas para estudiar mejor, ha algunos se nos hace mas fácil haciendo mapas conceptuales, resúmenes, a otros escuchando a otras personas que nos hablen del tema en particular. Ayude a su niño a aprender por medio de sus áreas de fortaleza.
  • Deje que su niño ayude con las tareas domésticas. Estas pueden aumentar su confianza y destrezas concretas. Mantenga las instrucciones simples y en pasos pequeños, y recompense los esfuerzos de su niño con elogios, mantener su autoestima la más adecuada posible ayudará a que el mismo niño busque esforzarse en sus actividades, no sirve de nada castigarle o reprocharle por algo que él no tiene la culpa.
  • Haga las tareas escolares una prioridad, que se le vuelva una costumbre tener un horario para su actividades para que esa manera no se le vuelva pesado a la hora de realizarlas.
  • Ponga atención a la salud mental de su niño, y por su puesto la suya; el niño en ese momento debe sentirse que tiene todo el apoyo de sus seres queridos, por que puede ver momentos en que estos puedan verse como una carga. 
  • Esté dispuesto a recibir asesoramiento, el cual puede ayudar a su niño a tratar con las frustraciones, sentirse mejor acerca de sí mismo y aprender más sobre las destrezas sociales.
  • Hable con otros padres cuyos niños tienen problemas del aprendizaje, ni su hijo ni usted están solos, muchos padres pasan por esta situación.
  • Reúnase con el personal escolar y ayude a desarrollar un plan educacional para tratar con las necesidades de su niño. 
  • Planifique las acomodaciones que su niño necesita.
  • Establezca una relación en el que halla un trabajo positiva con el maestro, por medio de la comunicación , pueden intercambiar información sobre el progreso de su niño en casa y en la escuela, para de esta manera saber como va y saber si los métodos que utiliza eta dando resultados satisfactorios.


martes, 13 de diciembre de 2011

Relaciones de pareja: estilo narcisista

En esta oportunidad hablaremos acerca de las personas que tienen un estilo narcisista en sus relaciones de pareja, por ejemplo, ¿conocen a alguna persona que se echa flores todo el día? ¿Que cree merecer absolutamente todo en la vida? ¿Que se cree fenomenal sin el menor error?

Bien, imagínense ahora ser pareja de una persona así, debe ser insoportable, sobretodo por los esquemas que rigen la conducta de este estilo:



  • "Mis necesidades son más importantes que las tuyas": el narcisista está totalmente atento a sus necesidades y sentimientos, el problema, es que está ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE atento en él mismo, minimizando las necesidades de su pareja. Este pensamiento, se manifiesta en 2 vertientes, la primera el egoísmo, donde el narciso pone límites y consideraciones en la relación pero que lo benefician sólo a él o que no se aplican a él. Por ejemplo, cuando el narciso escoge el menú en un restaurante es PERFECTO, sin embargo, cuando su pareja lo hace, él dice "¿pero no será muy caro?", "Ay no, eso es horrible", "Ese menú no, escoge este". La otra vertiente es la manipulación, para el narciso la premisa "el fin justifica los medios" le calza a pelo, sin embargo, ellos se consideran el fin supremo, y sienten que pueden utilizar a los demás como sus medios, sin importarles si esas personas sufren, simplemente porque ellos son superiores.

  • "¡Qué suerte tienes de que yo sea tu pareja!": aunque no siempre esto se haga explícito, lo podemos encontrar en la relación en la necesidad del narciso de llamar la atención, en los reproches que le hace a su pareja, en la minimización de los logros de su pareja enalteciendo los suyos, simplemente, yo valgo más que tú y siéntete afortunado(a) al tenerme.

  • "Si me criticas, no me amas": una crítica para una persona narcisa es como una daga en el corazón, salvo que en este caso, es una daga en su amor propio. Para ellos simplemente no puede existir nada que no vaya de acuerdo con su forma de pensar, sentir y actuar, porque ellos tienen la VERDAD ABSOLUTA. es decir, el narcisista no podría unirse a una persona asertiva, pues su honestidad la haría odiarla, sin embargo, calzan perfecto con personas pasivas y sumisas.

  • Sin embargo, de todas formas hay personas que desean estar con un narcisista, o que sin pensarlo terminan relacionándose con uno y luego no saben cómo salir, ¿por qué sucede esto?



  • Necesidad de identificación: así como los adolescentes buscan a su estrella de rock o pop favorita y la idolatran durante un buen tiempo, de igual manera ciertas personas buscan una pareja que les de "sentido a sus vidas", que llenen ese vacío y esa duda que rondan en su mente, y, ¿quién mejor que el narciso para satisfacer esas necesidades y sentirse a sí mismo satisfecho?


  • Indeseabilidad personal: personas que no se encuentran satisfechas con lo que son y tienen, necesitando de esa forma a una persona que compense esas "debilidades", buscan parejas con poder, con buen porte, con dinero; características que rodean generalmente a los narcisos.

  • Amor en remate: existen personas que desean dar amor por montones, que desean dar ternura, fidelidad, sacrificio, etc, entonces, al encontrarse con un narcisista, es "naturalmente mortal" que la conexión que se establezca será perfecta.








Desarrollo y mantenimiento de la fobia social


Bien sabemos que la fobia social es un trastorno de ansiedad caracterizado por el temor intenso a ser escudriñado por los demás en cualquier situación social, que ese temor es siempre reconocido por quien lo padece como excesivo o poco razonable y que le es muy difícil controlarlo por sí solo, llegando a interferir significativamente en una o más áreas de su vida. Sabemos, además, cuáles son sus principales manifestaciones emocionales, cognitivas, comportamentales y fisiológicas. Pero, ¿Cómo se origina? ¿Tiene una única o varias causas? ¿Cuáles son aquellas causas? Para responder estas preguntas revisaremos brevemente los aportes de algunos autores representantes tanto del modelo cognitivo como conductual, para así tener una visión más amplia, en vez de antagónica, acerca del origen de este trastorno.

En el modelo cognitivo encontramos a Beck y Emery (1985), quienes son citados por Caballo (1996) y hablan acerca del concepto de vulnerabilidad, que vendría a ser aquel esquema idiosincrático en el que la persona se percibe a sí misma como presa de peligros internos y externos sobre los que carece de control o éste es insuficiente para sentirse segura. En todo trastorno de ansiedad las personas presentan este esquema de vulnerabilidad, que en la fobia social es activado en situaciones estrictamente sociales. En tales casos, la información se distorsiona de tal manera que se ajusta a dicho esquema idiosincrático, por lo que el sujeto llega a conclusiones poco razonables (o en términos de Beck: errores cognitivos) acerca del posible peligro y de sus recursos personales para enfrentarlo. Asimismo, Beck nos dice que de todos los errores cognitivos implicados en la vulnerabilidad son dos los más resaltantes y que se presentan en todo momento: Minimización/maximización y abstracción selectiva.

En la línea conductual podemos citar Caballo (1996), quien propone un modelo para la adquisición de la fobia social. Este modelo considera, en primer lugar, la existencia de una vulnerabilidad biológica, que implicaría todo aquello dentro de este rubro como el temperamento, mayor o menor sensibilidad del sistema nervioso, etc. que de alguna u otra forma marcarían una predisposición hacia una fobia social o en general hacia cualquier trastorno psicopatológico. A este factor biológico se suman las primeras experiencias de aprendizaje resultantes de las primeras interacciones del niño con su medio, a lo que Caballo llamó vulnerabilidad psicológica, que de acuerdo a cada caso reforzaría o reduciría la vulnerabilidad biológica. La dinámica entre estos dos factores, biológico y psicológico, desembocaría en un primer repertorio de comportamientos y cogniciones relativos a las situaciones sociales. Este primer repertorio comportamental/cognitivo se mantiene o modifica gracias a las nuevas experiencias sociales que son cada vez más complejas y exigentes, aprendiendo por experiencia directa, a través de la observación o por la información que recibe de los demás. El resultado de la interacción entre ese primer repertorio y las nuevas experiencias sociales cada vez más complejas y exigentes, van definiendo con los años un repertorio final (adaptativo o desadaptativo), que será en adelante el que el sujeto utilizará para relacionarse con los demás.  Si este repertorio final  es adaptativo la persona no percibirá las situaciones sociales como peligrosas y estará segura que posee los recursos necesarios para enfrentarlas. Sin embargo, si el repertorio final es desadaptativo la persona interpretará cada situación social como peligrosa, incierta, como sinónimo de fracaso y humillación y creerá que no cuenta ni siquiera con las habilidades de afrontamiento más básicas, todo lo cual reforzará su repertorio inadecuado.

Otra explicación conductual se da a partir de los tres principales paradigmas del aprendizaje: Condicionamiento clásico, condicionamiento operante  y aprendizaje vicario, asumiéndose que el primero explicaría la adquisición de la fobia social y el segundo el mantenimiento y aumento de la misma. Sin embargo, no debemos obviar que a pesar de que el temor en las fobias (sociales o específicas) se considere aprendido, aun se desconoce la causa exacta de esta patología.

Según Caballo (1996), el condicionamiento clásico explica la adquisición la fobia social de la siguiente forma. Los síntomas de la fobia vendrían a ser una respuesta condicionada que se adquirió a través de la asociación entre una experiencia aversiva (estímulo incondicionado que provoca una respuesta incondicionada)  y un estímulo neutro, el cual luego de la asociación se convertiría en el estímulo fóbico (estímulo condicionado). Por ejemplo, imaginemos que un alumno está atravesando por la experiencia aversiva de ser resondrado y humillado por su profesora (estímulo incondicionado, pues sería también aversivo para cualquier persona), esta situación producirá por sí sola elevados niveles de ansiedad y activación neurovegetativa en el alumno (respuesta incondicionada) y si en ese mismo momento éste se encontraba exponiendo delante de sus compañeros de clase (estímulo neutro), se producirá una asociación entre la experiencia aversiva y el estar hablando delante de sus compañeros, de tal manera que el hablar delante de sus compañeros dejará de ser un estímulo neutro para convertirse en un estímulo temido (estímulo condicionado) capaz de generar las mismas respuestas de ansiedad y activación neurovegetativa (respuesta condicionada) que la experiencia aversiva por sí sola.   

De otro lado, el condicionamiento operante explica  el mantenimiento y aumento de la fobia social por medio del refuerzo negativo, que vendría a ser aquel estado placentero o, en el caso de la fobia social, de tranquilidad y seguridad que produce la retirada de un estímulo aversivo determinado. De acuerdo a este tipo de condicionamiento las dos formas en que una persona con fobia social se autorefuerza negativamente son el escape y le evitación. En el primer caso la persona está ya dentro o, en todo caso, muy próxima al estímulo aversivo (situación social), pero al no poder controlar los síntomas que implica hacer frente a dicho estímulo opta por retirarse lo más pronto posible. En el segundo caso no es necesario que la persona se retire, pues ni siquiera está próxima al estímulo aversivo. La persona hace todo lo que está a su alcance para no tener siquiera el mínimo contacto con dicho estímulo. Tanto el escape como la evitación impiden a la persona darse cuente y aprender que el estímulo al que teme no es en realidad peligroso como cree y que de hecho a pesar que experimente ciertos niveles de ansiedad puede controlarla y tener un desempeño eficaz. Por el contrario, cada vez que escapa o evita la situación aprenderá que retirándose o no teniendo ningún tipo de contacto con el estímulo temido son las únicas formas de sentirse a salvo y tranquilo, reforzando cada vez más su temor al contacto social.

Finalmente, otra teoría del aprendizaje que intenta explicar el origen de la fobia social es el aprendizaje vicario. Según Caballo (1996) este paradigma propone que a través de la observación una persona puede aprender ciertas respuestas de temor a diferentes estímulos como las situaciones sociales. Estudios como los de Bruch (1988) demuestran que en varios casos los padres de fóbicos sociales evitaban las mismas situaciones sociales que sus hijos, aunque claro, debido a un temor menos intenso. No obstante, esto demostraría que no es la observación lo que determinaría el aprendizaje de respuestas de temor, sino hay otros factores más implicados como los biológicos y los procesos de condicionamiento clásico y operante mencionados más arriba. 

lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Es un niño inquieto o hiperactivo?



El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), puro o asociado a un trastorno de la conducta, de las emociones o del aprendizaje, es en la actualidad la problemática más frecuente en psicopatología infantil. Su prevalencia es estimable entre 2 y 6 de 100 entre los escolares. La atención y la memoria de trabajo son los dos pilares del llamado sistema ejecutivo; este se encarada de planificar la acción, controlar la impulsividad y adaptarse flexiblemente a los cambios. Por eso, el déficit primario de atención tiene consecuencias cognitivas y comportamentales relevantes, y se acompaña en gran parte de los casos de una hiperactividad estéril.

El correcto diagnóstico, siempre sobre bases clínicas, se realiza conjugando la información de los padres y de los profesores con la observación directa del niño, y con los resultados de pruebas dirigidas a poner de manifiesto sus capacidades. Muchos niños, considerados de primera mano como innatos y/o hiperactivos en el medio académico o familiar, no representan sino variantes de la normalidad, con buena capacidad adaptativa si se les propicia un entorno adecuado. Otros están como “perdidos” en la escuela porque su capacidad intelectual es limítrofe y/o tienen déficits en aprendizaje básicos, etc. La atención implica intención, sobre todo en tareas que exijan cierto esfuerzo continuado. Los juegos de computadora son trucos que gratifican a la persona cada pocos segundos y así aparentar canalizar su atención durante largos ratos; pero son muy diferentes de la vida misma. La televisión es en si misma un falseador de la realidad, tanto para los niños como para los adultos, en cambio los juegos de mesa donde se une la adecuada interrelación entre varios miembros, ya sean familiares, amigos, etc. Supone una situación mucho más rica y real, con turnos que respetar, decisiones a realizar, comentarios verbales, astucias y emociones diversas, todo esto lleva a que la persona logre desarrollar capacidades que se encuentran bajas y/o aquellas que no se encuentran en el sujeto, tanto a nivel cognitivo, afectivo, conductual, motor, valores, etc.

Los niños y niñas verdaderamente afectados de un déficit de atención tienen disfunción del soporte cerebral  para el control de la impulsividad y de la selección de estímulos. Existen una abundante documentación sobre las bases biológicas (predisposición genética, disfunción de neurotransmisores, etc.) de este trastorno en su forma genuina. Una gran parte de los niños afectados se benefician de tomar alguna medicación: Vías de ensayo para el TDAH. Pero, en cualquier caso, es insoslayable una intervención psicopedagógica que ayude al niño a estructurar sus propios recursos que le permitan controlar las respuestas impulsivas, planificar y organizar sus conductas.


Según el DSM-IV, (I) 6 o más de los siguientes síntomas de desatención han persistido por lo menos, durante 6 meses con una intensidad que es desadaptativa e incoherente con el nivel de desarrollo:

Desatención
1. A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido
en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades.
     2. A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
     3. A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
     4. A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u obligaciones.
     5. A menudo tiene dificultad para organizar tareas y actividades.
     6.  A menudo evita, le disgustan las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido.
     7.  A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades.
     8. A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
     9.  A menudo es descuidado en las actividades diarias.

(II) 6 o más de los siguientes síntomas de la hiperactividad- impulsividad han persistido por lo menos 6 meses con una intensidad desadaptativa e incoherente en relación con su nivel de desarrollo:

Hiperactividad

     1. A  menudo mueve en exceso manos y pies o se remueve en su asiento.
     2. A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que
       permanezca sentado. 
     3. A menudo corre o salta excesivamente en situaciones en las que es inapropiado
       hacerlo.
     4. A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de
       ocio.
     5. A menudo está en marcha o parece que tenga un motor.
     6. A menudo habla excesivamente.

Impulsividad


1. A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
      2. A menudo tiene dificultades para guardar su turno.
      3. A menudo interrumpe o estorba a otro

El enfoque terapéutico de la hiperactividad infantil ha evolucionado paralelamente a la concepción que el síndrome hipercinetico se ha detenido a lo largo de estas últimas décadas. Pasados los años en los que la hiperactividad era concebida como un trastorno principalmente conductual, enfocándose los tratamientos terapéuticos en torno a la modificación de conducta, se evoluciono hacia una concepción atencional del problema. Fueron los año en los que la intervención farmacológica alcanzo su pleno apogeo.
Años después, el estudio de la impulsividad y los posibles déficits cognitivos subyacente en el ahora denominado Déficit de Atención con Hiperactividad constituyeron el tema de investigación preferente. Los programas de tratamientos basados en el autocontrol y en el entrenamiento autoinstruccional. Hacia finales de los años setenta aparecieron investigaciones interesadas en controlar la influencia que podían tener estas terapias autoinstruccionales variables como: la actitud del terapeuta o el reforzamiento espontaneo. Este hecho, unido a los problemas de generalización que mostraban muchas de las investigaciones que aplicaban únicamente entrenamiento autoinstruccional, dio lugar a la inclusión sistemática de técnicas operantes en los paquetes integrados de tratamiento. La hiperactividad infantil comienza desde este momento con un enfoque cognitivo conductual.
Los tratamientos cognitivos conductuales designan, en la actualidad, a un ya amplio número de paquetes de estrategias encaminadas a palia los déficits cognitivos relacionados con la toma d decisiones entre alternativas, toma de perspectiva social, amplitud de estrategias de solución de problemas, percepción de emociones, etc.; y conductuales como tiempo fuera de tarea, ira contenida, desobediencia, comportamientos sociales negativos, etc. La amplitud d esta definición tiene su origen en la variabilidad de estos paquetes integrados de tratamientos. Se puede  decir que existen tantos como terapeutas intenten abordados.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Relaciones de pareja: el estilo pasivo agresivo





Se habrán preguntado una y otra vez, como hay personas que fluctúan en sus sentimientos, en sus conductas, en sus pensamientos; personas, que un día están bien, al siguiente están mal, ahorita se portan tiernos y cariñosos, y al día siguiente están irritables, suspicaces, rebeldes. Personas dentro de una relación que nos hacen desear dejar la relación, personas que ellas mismas desearían dejar la relación pero no se sienten preparados para dejarla, por ello: SABOTEAN LA RELACIÓN.




La persona pasivo agresivo, basa todo su comportamiento en las siguientes premisas cognitivas:

  • Me siento prisionero de tu amor, pero si te alejas me siento inseguro: las personas pasivo agresivas son ambivalentes en este sentido, sienten que necesitan de alguien a su lado, porque en el fondo se sienten débiles, pero al mismo tiempo, se sofocan, se hartan y empiezan a detestar a la pareja porque no se sienten libres, ni independientes, creen que su autonomía se va a afectar.

  • Debo oponerme a tu amor, sin perderte: es la ley del mínimo esfuerzo, la persona pasivo agresivo hará "lo justo y necesario" para mantener la relación. saboteará con miles de detalles la relación, llegará tarde, no cumplirá sus deberes; volverá literalmente loca a su pareja, y es que el pasivo agresivo siente que lo pueden sofocar si sigue los "mandatos" y deseos de sus parejas, obviamente, no les puede brindar la felicidad al 100%

  • Aunque haya amor, las cosas irán peor: el pesimismo de la pareja pasivo agresivo es terrible, aunque en las situaciones más lindas, él encontrará algo negativo en todo. Hará que la relación se desarrolle en un ambiente de pesimismo crónico.






Ahora la pregunta es, ¿por qué hay personas que enganchan con este estilo? la respuesta suele ser la misma que con otros estilos de pareja, ES UN MÉTODO COMPENSATORIO, veamos:






  • Necesito que me necesitan (proteccionismo amoroso): hay personas que necesitan proteger a sus parejas, convertirse en su "salvador", estas personas se sienten atraídas, seducidas, incluso excitadas por la desprotección y fragilidad que muestra el pasivo agresivo, así sea en esporádicas ocasiones.

  • Necesito que mi pareja no me exija nada: el escaso compromiso del pasivo agresivo, su necesidad de independencia, pueden atraer a una persona que siente que no necesita mucho compromiso en una relación; el problema llega cuando la relación tienen tiempo y el pasivo agresivo sigue sin comprometerse; hay que comprender que su "conquista de autonomía" no es una estrategia ni su arma secreta para conquistar durante el inicio del enamoramiento, es un estilo de vida.

Hay que comprender que el estilo pasivo agresivo firmemente arraigado, tiene pocas posibilidades decambiar, es decir, mejor no nos ensañemos en una desesperada misión por el cambio de esta pareja, porque será muy difícil lograrlo.

Walter Riso plantea los siguientes "tips" para reconocer a un estilo pasivo agresivo antes de enamorarse:

  • Proponen más de lo que hacen. Toman la iniciativa y se arrepienten luego
  • Si entras por el lado de su debilidad, en un santiamén te encontrarás haciéndoles favores de todo tipo
  • Son especialmente incumplidos y siempre pedirán excusas y volverán a reincidir
  • Piden favores, pero no los hacen
  • No le va a gustar que seas tú quien maneje la situación, pero tampoco lo hará él o ella. Será común entrar a una situación de punto muerto
  • La relación rápidamente entrará en un "tira y afloja". Si no llamas, aparecerá con ahínco renovado, y cuando muestres interés, se alejará nuevamente.
  • No hará nada que no quiera hacer, y esto no es producto de la lucidez del sabio, sino la cruda demostración de una mente "llevada de su parecer"
  • Con los demás, tendré fama de no cumplir sus compromisos
  • Sus apreciaciones sobre determinadas personas o situaciones podrán er muy duras, destructivas o negativas